Repaso general leccion 02 - De Jerusalen a Babilonia | Bosquejo de la Leccion
Bosquejo 2
El libro de Daniel comienza con una nota sombría: la invasión de Nabucodonosor a Judá.
A primera vista, estos eventos dan la impresión de que el Dios de Judá había sido derrotado por los dioses de Babilonia.
Sin embargo, una lectura más cuidadosa muestra que la derrota de Jerusalén fue un acto de Dios. “El Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá” (Dan. 1:2).
Por cuanto el pueblo de Dios había quebrantado el Pacto y rechazado repetidas invitaciones a restaurar su relación con Dios, el Señor envió los ejércitos de Babilonia para desmantelar su sociedad.
Debió haber sido doloroso para Judá experimentar el colapso de las tres instituciones pactuales que le daban significado a su vida:
1. Primero, la destrucción del majestuoso Templo de Salomón.
2. En segundo lugar, el rey davídico llegó a estar bajo la tutela de Nabucodonosor y con el tiempo fue llevado cautivo a Babilonia.
3. Y en tercer lugar, su tierra natal –otorgada bajo los términos del pacto de Abraham– cayó bajo el control de un poder extranjero.
Sean bienvenidos al bosquejo de la lección de la Escuela Sabática, estamos en la segunda lección de este trimestre, que tiene como título:
“De Jerusalén a Babilonia”
En el bosquejo de esta semana ampliaremos dos asuntos:
1. La fidelidad de Dios a Daniel
2. La fidelidad de Daniel a Dios
I. La fidelidad de Dios a Daniel
Una de las conclusiones del libro de Daniel, es que mientras que las fuerzas de Babilonia pueden tener éxito en asaltar la Sion terrenal, Dios en última instancia aniquilará las fuerzas del mal cuando intenten tomar “el monte glorioso y santo” (Dan. 11).
Daniel 12 dice que Miguel se levantará y defenderá a su pueblo contra las fuerzas que se le oponen y lo persiguen.
Cuando Daniel y sus compañeros afrontaron el desafío de vivir en la Babilonia, Dios estaba con ellos.
Además, Dios hace que sus hijos prosperen en una tierra extraña.
Como dice la Biblia, Dios influyó sobre el jefe de los eunucos para otorgar el pedido de Daniel para una dieta vegetariana en lugar de la comida de la mesa del rey.
La biblia dice que ellos llegaron a ser mas robustos, es decir que se los veía mejor que los otros jóvenes que comían de la mesa del rey (Dan. 1:15)
Todo esto otorgó prosperidad a Babilonia por medio del liderazgo de Daniel y sus amigos.
Por supuesto, el principal protagonista del libro no es Daniel, Nabucodonosor, Darío, o Ciro, sino Dios mismo.
El Soberano del Universo emerge como el héroe del libro.
II. La fidelidad de Daniel a Dios.
El proceso de adiestrar a los extranjeros para servir en el palacio real involucraba adoctrinamiento necesario para cambiar su cosmovisión y ganarlos a la ideología del Imperio.
Esto involucraba dos aspectos principales:
1. Primero, el cambio de sus nombres.
Los llamaron: Beltsasar, Sadrac, Mesac y Abed-nego, nombres que expresan una referencia elogiosa a los dioses de Babilonia, tales como Bel, Nebu y Aku.
Los verdadeiros nombres hebreos eran Daniel, Ananías, Misael y Azarías contenían referencias al Dios de Israel (El, Yahvé).
2. El otro aspecto del proceso de conversión fue el cambio de la dieta.
Ellos no podían participar en comer los alimentos de la mesa del rey basicamente por dos razones:
1. Porque la comida pudo haber sido ofrecida a los dioses babilônios y
2. Porque la dieta judia era mas saludable.
Al reflexionar sobre la resistencia valiente de Daniel y sus compañeros, surge una lección importante.
La educación temprana en la niñez es crucial.
Los cautivos hebreos florecieron porque estaban sólidamente afirmados en la cosmovisión hebrea.
Aplicación:
El ejemplo de los cautivos hebreos establece un paradigma para vivir en la cultura contemporánea, y por lo menos tres áreas:
1. Nuestra cosmovisión distintiva esta fundamentada en la palabra de Dios.
Más específicamente, nuestro concepto de Dios, del Gran Conflicto, del pecado, de la salvación, de la Ley de Dios, del Santuario y de las cosas últimas (escatología) forma un sistema integrado de creencias que provee una perspectiva bíblica.
2. En segundo lugar como Daniel, debemos percibir que el estilo de vida importa.
Lo que comemos, lo que vestimos, lo que miramos y a dónde vamos son una expresión de nuestra lealtad final.
3. En tercer lugar el retirarnos de la sociedad y la cultura no es una opción viable.
Como Daniel, debemos dar cuenta de nuestra fe en el lugar donde estamos.
El desafío de vivir como hijos de Dios en una cultura hostil es inmenso. Requiere sabiduría elegir el camino correcto y hacer lo correcto.
Daniel y sus amigos entraron en Babilonia, pero nunca Babilonia entró en ellos.